domingo, 28 de febrero de 2010

8 de Marzo del 2010, una plaza en Logroño recibe el nombre de Menchu Ajamil.
Menchu Ajamil no era una Santa. No, no me refiero a que acumulara en su haber demasiados despropósitos, sino, más bien a que es poco habitual que a las mujeres que no son santas se nos dediquen calles, y menos plazas. Aunque bien mirado sus conocidos la recordarán siempre como una especie de Santa Teresa, sempiterna viajera por los 4 continentes, acompañada donde fuere por grupos de mujeres a los que consideraba “hermanas”. Y, como la de Ávila, alumbrada por una Fe. Fe en que algún día mujeres y hombres compartiéramos verdaderamente en este planeta “la mitad de la tierra y la mitad del cielo”. Así la oí decirlo en una tribuna en las manifestaciones del 1º de Mayo en Bremen. Así fue a promoverlo a la Cumbre Mundial de la Mujer en Beijing. Así lo transmitió a las indígenas de los poblados de Brasil y toda latino-américa. Así lo sembró en multitud de encuentros en las Universidades Populares de las que fue co-fundadora, o en la Federación de Mujeres empresarias y ejecutivas y profesionales FEDEPE, en la época de su presidencia.
Aristóteles decía en su “Retórica”, que para convencer con una idea a aquel a quien escucha, además de Logos se requieren Ethos y Pathos. De modo que no basta con altura intelectual y visión estratégica, cualidades ambas que la adornaban; además hay que estar como ella tocado por la emoción y el entusiasmo, la coherencia, la honestidad y la fe en las personas, y en que otro mundo es siempre posible y es nuestra responsabilidad contribuir activamente a ello.
Y con estos mimbres Menchu, creadora de puentes, como le gustaba autodefinirse, se lanzó a la tarea de convencer a las mujeres de que debíamos marcarnos objetivos cada vez más altos, y ponernos en marcha ayudando a otras a romper sus limitaciones y barreras. Su pasión convencía del mismo modo a un funcionario de la ONU como a una intocable de la India.
Menchu, si todas las “hermanas” que dejaste en los caminos nos cogiéramos de la mano, podríamos hacerle una guirnalda al mundo.
Tocada por la fe, creadora de puentes, fundadora de AMIRAS. Menchu, desde Logroño al Mundo ¡¡Brindamos por tu plaza!! .